Recorriendo las Islas Cícladas

Naxos es una de las Islas Cicladas, y además está muy bien comunicada con Atenas y el resto de las islas de la zona. Quizás el problema es que es una isla bastante grande, y que en dos días solo puedes hacerte una pequeña idea de lo interesante y variada que es. Menos turística que Santorini —tampoco es de las menos visitadas— Naxos ofrece una combinación de atractivos que seduce a cualquiera.

A mi, personalmente, me fascinó su capital, Hora, presidida por el pintoresco arco del templo de Apolo que se ha convertido en el emblema de la isla. Sus casas blancas y sus callejuelas laberínticas (una estructura urbanística pensada para “desorientar” a los piratas que solían hacían rápidas incursiones por sorpresa) son una maravilla. Y en el resto de la isla puedes encontrar un poco de todo: bonitas playas, pueblos interiores muy auténticos, iglesias y monasterios bizantinos, restos de fortalezas medievales, grandes estatuas de piedra del período arcaico (los llamados kuroi) y, por supuesto, el dulce kitron, un licor de limón que en su día fue muy popular en Europa.

Por cierto, una anécdota mitológica curiosa: el héroe Teseo, después de rescatar a la bella Ariadna del laberinto del Minotauro en Creta (y de matar al propio Minotauro), de vuelta a Atenas abandonó en Naxos a la bella princesa... ¿Po rqué lo hizo? Nadie lo sabe. Pero no se te ocurra a ti hacer lo mismo con tu compañera o compañero de viaje, ¿ok?