Overblog
Edit page Seguir este blog Administration + Create my blog

Libros....libros....



Ordenando la biblioteca encuentro una serie de libros que leí hace tanto tiempo ...Deseo volver a épocas pasadas así que he comenzado a  releerlos. Estas semanas sin escuela y con mucho frío son ideales  para sentarse al lado del fuego con  un ben libro en la mano Actualmente estoy en medio de la judería de "La gloria de don Ramiro" de Enrique Larreta Acá van algunos fragmentos:

Vista de Toledo

Frente a él [Ramiro], en la margen opuesta, Toledo se extendía de naciente a poniente, escalonando sobre el alto peñón sus tejados grises, sus pálidas paredes, sus torres numerosas. Liso y vertiginoso escarpamiento caía desde la ciudad hasta el fondo de la angostura, cubierto al parecer de vieja ceniza deleznable, como si el fuego de Dios hubiese pasado por allí, arrasando toda raíz y toda simiente. Ramiro pensó con religioso espanto en las cuestas del eterno castigo que los réprobos tienen que trepar con los pies y con las manos, para caer de nuevo en las ondas inflamadas y volver a trepar y a caer sin perdón y sin tregua, indefinidamente.
Sentóse sobre un peñasco.
El río se deslizaba a una gran hondura entre rocas herrumbradas y fieras. Parecióle un río de culpas y expiaciones, como los que forja la imaginación al pensar en los infiernos. Hubiérase dicho que dolorosos espectros pasaban en procesión, allí abajo, rozando las ondas con sus colgantes velos obscuros.
Entretanto, el caserío tomaba con la hora desolada blancura de huesos en el yermo, y toda la ciudad, mirada a distancia, a través de la vibradora penumbra, parecía una ciudad de otro mundo, una ciudad fuera de la vida y del tiempo, mística y anhelosa como los salmos.
En la parte más elevada, sobresalía el Alcázar, bañado en melancólico reflejo crepuscular. Ramiro recordó con misteriosa inspiración que aquellos muros habían alojado a uno de los reyes más gloriosos de la historia, a un monarca que acabó por arrojar el cetro y la corona para refugiarse en escondido monasterio; y, al pronto, el fantasma del Emperador Carlos Quinto apareció ante sus ojos con el rostro medio oculto por la capilla de un hábito.
- ¡Ah! ¡Aquel sayal sobre el dueño del mundo!...
El sol se ocultó detrás de los cerros y la ciudad tomó una coloración mustia y violácea, cual si fuera contemplada al través de transparente amatista.                                            

Las juderías en España
Aixa, mora que conquista el corazón de don Ramiro.





                                                                                                     

Archivos

Acerca del blog

Este espacio intenta presentar opiniones y críticas literarias, musicales , fílmicas. Así mismo expresa mis vivencia en viajes y vagabundeos por el mundo.